jueves, 31 de mayo de 2007

A mi querido abuelo Rafael


Foro del Sitio @kme


- el pelo - 31/05/2007 00:03

Qué difícil es coger a mi hija y no hablarle de ti, de cómo criaste y te preocupaste de tus nietos y de tu familia. De cómo nos quedábamos embobados escuchando tus anécdotas y pillerías de joven, o de cómo fundías el estaño con el soldador en cualquier aparatejo de tu particular taller de esa peculiar habitación en el piso de la Paz, donde todos queríamos entrar para ver lo que maquinabas y donde nadie podía entrar sin permiso porque te perdíamos las cosas. De cómo jugaba desmontando un walkman que me habías dado o de los televisores sin funcionar que amontonabas en el salón. De cuántos amaneceres hemos despertado en tu sofá-cama escuchando las noticias porque habíamos peleado con nuestros padres para quedarnos a dormir contigo y la abuela, y gracias a los dos lo conseguíamos aun habiendo ya otros primos, o de los filetes y patatas que compartiste con nosotros. De cuánta honradez y consejos nos has enseñado en cada una de tus palabras, o de cuántos inventos nos has fabricado para que nuestras vidas fuesen más cómodas. De cómo tu familia ha sido siempre lo primero y de cómo trabajaste en mil sitios para que nunca les faltase de nada.


En definitiva quiero decirte abuelo, que allí donde estés, no te preocupes, que me encargaré de contarle a Reyes quien fue su bisabuelo, y seguro que al igual que todos nosotros se sentirá orgullosa de ti. Te queremos y jamás te olvidaremos porque somos como somos gracias a ti y tu ejemplo.


GRACIAS WELO.


- mamelsa - 31/05/2007 00:52


Hoy hablábamos Tita Asun, Mariola y yo que el abuelo llevaba malo bastante tiempo lo que pasa es que trataba de ocultarlo para que no nos preocupásemos. Y decía tita Asun que parecía que estaba esperando a que pasaran los últimos acontecimientos de la familia: la boda de Sergio y MªCarmen, el nacimiento de su primera biznieta y la comunión de Alba. Después nos hemos quedado con la abuela Tita Lola, Tita Eu, Tito Aqui y yo hablando con serenidad de como había ocurrido todo y, dentro del vacío que nos ha dejado, tenemos que alegrarnos de que hasta el último día estuvo lúcido, no ha estado postrado en una cama y sus limitaciones no eran insalvables. Eso nos reconforta y nos ayuda a tirar hacia adelante. Creo que es lo único que no ha podido arreglar, su maltrecho corazón.


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