Padre
Publicado en Sinapsis - 02.10.2008
Cercado por esta soledad que se asoma al encuentro con un insomnio que tardaba en aflorar, emerges como un recuerdo nítido y como una ausencia, en estos momentos, excesivamente dolorosa para el tiempo que ya llevas ausente.
Vamos camino de cumplir dos años de aquel instante en que la vida te estalló y te partió el corazón en dos mitades. Te quedaste con la mitad más mermada pero asiendo a la misma vida por donde quiera que la vida tenga sus partes pudendas, y obligándola a que permaneciera a tu lado y tú con nosotros.
Seis meses. Fueron ciento sesenta y un días de tiempo extra, de un tiempo de prórroga que sabíamos frágil, quebradizo y delicado y que nos supo a muy poco, pero fue un tiempo durante el cual tu risa nos llenó de esperanza, de vida y también de un adiós pausado, una despedida silenciosa entre la pretendida normalidad de nuestros hábitos.
Hoy tu ausencia es doblemente dolorosa. Estás en mi pensamiento pero me siento huérfano del tuyo que tanto bien me haría en estos momentos. Me quedo con tu ejemplo. Sin ninguna duda, me ayuda a afrontar con determinación situaciones difíciles. Es parte de tu herencia más preciada. Con eso me quedo…Padre
